A
principios de abril, los sindicatos del gobierno en las universidades (Conadu,
Ctera, Fedun) firmaron un acuerdo que congela nuestro salario a julio de 2014.
Pactaron un aumento no acumulativo del 22 por ciento en tres cuotas y 7 por
ciento en 2014, todas sobre el último aumento de septiembre 2012. En medio del
naftazo y del fracaso del congelamiento de 60 días en los súper, entregaron el
salario universitario. Sileoni sintetizó: “superamos los problemas al inicio de
los ciclos lectivos”. Trabajadores maniatados mientras continúa la inflación.
En
Conaduh, AGD, como parte de un frente nacional de la izquierda, lideró la
postura de rechazo y no firma del convenio, conscientes de que esta paritaria
sería usada como punta de lanza contra otras paritarias, buscando despejar el
campo posterior a las elecciones de octubre para aplicar la sintonía gruesa del
ajuste, con un colchón de tiempo hasta mediados de 2014, en la ruta de lo
firmado por Lescano de Luz y Fuerza.
Fue
muy intenso el debate dentro de la Federación histórica, porque hay todo un
sector plegado al kirchnerismo que perdió por la mínima diferencia en el
plenario de secretarios generales que vota no firmar. La posición fue clave,
porque en la UBA hay rechazo, y llegaron mandatos de lucha de distintos puntos
del país.
Sin
embargo, en el congreso de la Federación del 19 de abril, convocado para
discutir el plan de lucha contra el acta, nos desayunamos de un agregado, por
parte de la mayoría de la mesa ejecutiva, de un párrafo en el que se da por
legal y vigente el acta firmada por las burocracias docentes. Para muchos, esa
introducción implica la aceptación lisa y llana del acta, reformulando así el
rechazo resuelto por la mayoría de las asociaciones y, por lo tanto, la
clausura del plan de lucha. Cuatro horas de acalorado debate quedaron
expresadas en dos mociones opuestas: avalar lo actuado o retirar el párrafo de
aceptación del acta comunicándolo al ministerio. Ganó por cinco votos el aval a
lo actuado (34 a 29).¿Por qué se incorporó ese texto? La Naranja advierte dos
fuertes motivos. Por un lado se viene expresando, dentro de la lista que se
quedó con la dirección de la Federación, todo un sector K que defiende la
política oficial al punto de votar dividido en algunas instancias. Por el otro,
expresa tendencias burocráticas preocupantes, puesto que se buscó por todos los
medios no perder la zanahoria de la plata de la capacitación que ahora el
ministerio también entregará a la Conaduh a cambio de esta firma.
En
repudio a la tergiversación y a clausurar el plan de lucha, 29 congresales nos
retiramos del congreso. Los próximos pasos a seguir -discutidos posteriormente
por estos congresales- serán clarificar, para el conjunto de la docencia, no
sólo la posición puntual frente a este conflicto dentro de la Federación sino
para el conjunto de los trabajadores docentes universitarios lo que está en
juego con la aceptación de este convenio. Trabajaremos con todo el paro del 15
de mayo dispuesto por la CTA.
Ileana
Celotto
(miembro
de la minoría de la Mesa Ejecutiva de Conadu Histórica por la Agrupación
Naranja)
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