sábado, 6 de julio de 2013

Frente al concurso de Iñigo

Frente al concurso de Iñigo Carrera


Un profesor se presenta al concurso de su cargo, tras haber creado la materia, formado al equipo docente y de investigación, trabajado 11 años (de los cuales 5 fueron como ad honorem), con antecedentes similares a su oponente. Desarrolla una clase de creación original. Responde con solvencia todas las preguntas del jurado, que considera en su dictamen que el docente “cumple plenamente con las condiciones para dictar la materia”.
El profesor queda afuera. ¿Cómo se explica esta barbaridad?

El 31 de mayo se realizó el concurso para el cargo de titular de la materia La Formación Económica de la Sociedad Argentina y su Crisis, cargo que desde hace 11 años ocupa Juan Iñigo Carrera. Al concurso se presentó también Julián Rebón, ex director del Instituto de Investigación Gino Germani.
Luego de un cuarto intermedio de varios días, el jurado integrado por Flavián Nievas, José Villarruel y Carlos Zurita colocó, por unanimidad, primero en el orden de mérito a Julián Rebón.

Estabilidad, convenio colectivo y carrera docente

El concurso de Iñigo Carrera desnuda la perversidad de la falta de estabilidad, convenio colectivo y carrera docente que sufrimos los docentes universitarios, lo que habilita a que un docente pueda perder su trabajo luego de 11 años, sin siquiera tener derecho a recibir una indemnización.
Por otro lado, por la política del Rectorado de mantener los interinatos en forma indefinida, un concurso que debería haber sido de renovación se sustancia como si fuera para cubrir un cargo desierto, sin contemplar el trabajo que el docente viene llevando adelante armando y sosteniendo la cátedra.
La carrera debería haber llamado a este concurso con el propósito de renovar el cargo. Ante el resultado que estamos cuestionando, reclamamos que garantice la continuidad del cargo del profesor Juan Iñigo Carrera.

Cesantías en la UBA

Por otro lado, de implementarse la resolución del jurado, se estará impidiendo que Iñigo Carrera ejerza su derecho a optar por dar clases hasta los 70 años (derecho consagrado por la Ley 26.508, y que la UBA se empeña en desconocer), dado que no sólo perdería su cargo, sino que por su edad, tampoco podrá concursar por otro.
Este concurso se da en el marco de la política de cesantías del rectorado, contra la cual se ha pronunciado tanto el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales (con pedidos sucesivos de renovación de todos los docentes afectados) como la comunidad de la Facultad (con una solicitada de más de 1500 firmas). Si el resultado se aprobara, una de las facultades que más se pronunció contra las cesantías  docentes terminaría efectuando una antes de que lo haga el rectorado.
Esta situación es especialmente preocupante, además, porque hay otros concursos llamados con estas mismas características.

El dictamen

Llama la atención que el dictamen carece de fundamentación. En el mismo se concluye “que ambos aspirantes cuentan plenamente con las condiciones para dictar la materia”, lo que no impidió que sin explicitar los criterios adoptados, se recomendara el orden de mérito arriba mencionado, dando prioridad a un docente que no integraba la cátedra frente a un docente probo (como lo reconoce ahora sí, explícitamente el jurado) que viene dictando la materia desde hace más de una década.

Sociologías especiales: el paraíso de la inestabilidad

La Formación Económica de la Sociedad Argentina y su Crisis es una materia optativa, del tramo de las Sociologías Especiales, integradas por decenas de materias con diferentes temáticas y orientaciones ideológicas, lo que abona la riqueza y pluralidad de la carrara de Sociología. Desde hace años, el Rectorado desconoce estas materias, negándose a llamar a concurso para cubrir los cargos excusándose en el carácter optativo de las mismas. De este modo, la situación general de retraso en el llamado a concursos se ve agudizada en el caso de las Sociologías Especiales.

Regimentación ideológica: el escandaloso informe del veedor.

En contraste con la falta de fundamentación del jurado, el veedor del claustro de profesores, Damián Pierbattisti, en su informe menciona que los aspirantes quedaron a 2 puntos de distancia (Rebón 21, Iñigo Carrera 19), algo que no figura en el dictamen!! Y desarrolla los motivos de su preferencia por Julián Rebón, señalando como “grandes puntos débiles” de Iñigo Carrera, la utilización del PBI medido en valor, “categoría estructurante de la teoría marxista pero que no se aplica habitualmente a medir dicha magnitud” y “la plusvalía deducida de los gastos de circulación”, puntos que “distan significativamente de ajustarse a los requerimientos y contenidos correspondientes a una clase para alumnos de grado de la Carrera de Sociología”. Señalamos con preocupación los rasgos de regimentación ideológica y académica que contiene este informe que condena a las categorías marxistas por no ser las que se utilizan habitualmente y que lejos de respetar la libertad de cátedra pretende vetar temas que de hecho en la actualidad eligen (dado que la materia es optativa) estudiar los alumnos de grado de la Carrera de Sociología.
Dada la falta de fundamentación del jurado, nos preocupa que el mismo haya basado su decisión en las opiniones del Prof. Pierbattisti.

Frente a esta situación la Agrupación Naranja de docentes universitarios plantea:
·  La continuidad de Juan Iñigo Carrera en su cargo;
·  Que se regularicen los cargos en las Sociologías Especiales;
·  Estabilidad, convenio colectivo y carrera docente;
·  Que se respete Ley 26.508, de jubilación de los docentes universitarios;

·  Que se respete la libertad de cátedra.



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